Hoy me di cuenta que estoy hecha UNA NIÑA. No me movía por el metro hace no sé cuanto tiempo, no andaba por Providencia, no recorría ni llegaba tardísimo a mi casa a pata. Me encerré entre mi auto y la casa, y no supe nada más de la vida, ni de caminar porque si, salir a dar jugo en la calle y viajar en el último turno del metro.
Propuesta del día para el mañana: volver a la calle, a recorrer, a hacerme el tiempo, a dar milquinientasvueltas en los parques, plazas, calles, tierras, etc. Volver a darme vueltas porque si, a jugar en el metro, a ir al cine, a salir.
Volver a salir con mis amigas/os, un almuerzo no es nada de tiempo comparado con mi productividad actual.
Me acuerdo haber webeado hasta “las tantas”, como diría mi abuela, de andar patiperreando y mi madre llamando como loca de patio para saber dónde andaba. Nada me importaba mucho, no había nada que perder.
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